«En aquel día desfallecerá
    el corazón del rey y de los oficiales;
los sacerdotes se llenarán de pánico
    y los profetas quedarán atónitos»,
    afirma el Señor.

10 Yo dije: «¡Ah, mi Señor y Dios, cómo has engañado a este pueblo y a Jerusalén! Dijiste: “Tendrán paz”, pero tienen la espada en el cuello».

11 En aquel tiempo se dirá a este pueblo y a Jerusalén: «Desde las lomas desoladas del desierto sopla un viento abrasador en dirección a mi pueblo. No es el viento que sirve para aventar ni para limpiar el trigo;

Read full chapter

Bible Gateway Recommends