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La vid y las dos águilas

17 Dios también me dijo:

2-4 «Habla con los israelitas y ponlos a pensar en esta comparación, a ver si la entienden:

“Había un águila muy grande,
de anchas alas y coloridas plumas.
Esa águila fue al monte Líbano
y de la punta de un árbol
cortó la rama más alta.
Luego fue a un país de comerciantes,
y allí plantó la rama.
De ese país tomó una semilla,
y fue a sembrarla en buena tierra.
La plantó junto a un río,
como se plantan los sauces.

”Y la semilla creció,
y se convirtió en una vid.
Esa vid no era muy alta,
pero tenía muchas ramas.
Y cuando la vid maduró,
extendió sus ramas hacia el águila
y hundió sus raíces en el suelo.
7-8 La vid estaba sembrada
en buena tierra,
y junto a un río caudaloso;
pudo haber sido una vid hermosa,
cargada de ramas y de uvas,
pero llegó otra águila más grande,
de anchas alas y coloridas plumas,
y la vid extendió sus ramas hacia ella,
para que le diera más agua todavía”.

»Diles, por tanto, de mi parte:

“¿Creen que tendrá éxito la vid?
¡Claro que no!
El águila la arrancará del suelo,
le quitará todas las uvas,
y dejará que se marchite.
¡Para hacerlo no hace falta
mucha gente ni mucho esfuerzo!
10 Si la plantan en otro lugar,
no volverá a retoñar;
al golpearla el viento del este,
se marchitará por completo
y morirá donde fue plantada”».

11 Dios también me dijo:

12-14 «Pregúntale a esta gente rebelde si sabe lo que significa la comparación. Si no lo sabe, explícale que, cuando el rey de Babilonia vino a Jerusalén, hizo prisioneros al rey de Judá y a sus principales jefes, y se los llevó a su país. Sin embargo, hizo un trato con uno de ellos, que era de la familia del rey, y lo hizo jurar que no lo traicionaría. Mediante ese trato, el rey de Babilonia esperaba que los de Judá no se rebelaran, sino que cumplieran fielmente el pacto.

15 »Pero aquel jefe de Judá se rebeló contra el rey de Babilonia, y le pidió ayuda a los egipcios, y ellos le enviaron caballos y un gran ejército. Ahora bien, ¿ustedes creen que quien hace un trato y no lo cumple puede escapar con vida? 16-18 ¡Claro que no! Yo soy el Dios de Israel, y les juro que ese jefe de Judá morirá en Babilonia. Y morirá porque no supo cumplir su palabra, ¡porque no respetó el trato que hizo con el rey que lo dejó seguir reinando!

»Cuando los babilonios ataquen a Jerusalén, y construyan rampas y escaleras para conquistar la ciudad, y maten a mucha gente, de nada le servirá el gran ejército que le mandó el rey de Egipto. ¡Ni siquiera ese jefe saldrá con vida!

19 »Yo soy el Dios de Israel, y les juro que castigaré a ese jefe de Judá. Lo castigaré por no haber respetado el trato que hizo, faltando así a su palabra. 20 Lo atraparé con mis redes por haberse burlado de mí; lo llevaré preso a Babilonia, y allí le haré un juicio. 21 Aun sus mejores soldados morirán en la guerra, y los que logren salvarse serán dispersados por toda la tierra. Entonces reconocerán que yo soy el Dios de Israel, y que cumplo mi palabra.

22 »Yo, el Dios de Israel, afirmo:

“Yo también cortaré una rama
de la punta del árbol más alto,
y la plantaré sobre un alto monte,
23 ¡sobre el monte más alto de Israel!
Y le crecerán muchas ramas,
y se llenará de frutos,
y llegará a ser un gran árbol.
Bajo la sombra de sus ramas
pondrán su nido las aves,
24 y todos los árboles del bosque
reconocerán que yo soy Dios.
Yo echo abajo a los árboles altos,
y hago que se sequen;
pero hago crecer a los árboles pequeños,
y hago que reverdezca el árbol seco.

”Yo, el Dios de Israel, lo afirmo”».

Parábola de las águilas y la vid

17 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, propón una figura, y compón una parábola a la casa de Israel. Y dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: Una gran águila, de grandes alas y de largos miembros, llena de plumas de diversos colores, vino al Líbano, y tomó el cogollo del cedro. Arrancó el principal de sus renuevos y lo llevó a tierra de mercaderes, y lo puso en una ciudad de comerciantes. Tomó también de la simiente de la tierra, y la puso en un campo bueno para sembrar, la plantó junto a aguas abundantes, la puso como un sauce. Y brotó, y se hizo una vid de mucho ramaje, de poca altura, y sus ramas miraban al águila, y sus raíces estaban debajo de ella; así que se hizo una vid, y arrojó sarmientos y echó mugrones.

Había también otra gran águila, de grandes alas y de muchas plumas; y he aquí que esta vid juntó cerca de ella sus raíces, y extendió hacia ella sus ramas, para ser regada por ella por los surcos de su plantío. En un buen campo, junto a muchas aguas, fue plantada, para que hiciese ramas y diese fruto, y para que fuese vid robusta. Diles: Así ha dicho Jehová el Señor: ¿Será prosperada? ¿No arrancará sus raíces, y destruirá su fruto, y se secará? Todas sus hojas lozanas se secarán; y eso sin gran poder ni mucha gente para arrancarla de sus raíces. 10 Y he aquí está plantada; ¿será prosperada? ¿No se secará del todo cuando el viento solano la toque? En los surcos de su verdor se secará.

11 Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 12 Di ahora a la casa rebelde: ¿No habéis entendido qué significan estas cosas? Diles: He aquí que el rey de Babilonia vino a Jerusalén, y tomó a tu rey y a sus príncipes, y los llevó consigo a Babilonia. 13 Tomó también a uno de la descendencia real e hizo pacto con él, y le hizo prestar juramento; y se llevó consigo a los poderosos de la tierra, 14 para que el reino fuese abatido y no se levantase, a fin de que guardando el pacto, permaneciese en pie. 15 Pero se rebeló contra él,(A) enviando embajadores a Egipto para que le diese caballos y mucha gente. ¿Será prosperado, escapará el que estas cosas hizo? El que rompió el pacto, ¿podrá escapar? 16 Vivo yo, dice Jehová el Señor, que morirá en medio de Babilonia, en el lugar donde habita el rey que le hizo reinar, cuyo juramento menospreció, y cuyo pacto hecho con él rompió. 17 Y ni con gran ejército ni con mucha compañía hará Faraón nada por él en la batalla, cuando se levanten vallados y se edifiquen torres para cortar muchas vidas. 18 Por cuanto menospreció el juramento y quebrantó el pacto, cuando he aquí que había dado su mano, y ha hecho todas estas cosas, no escapará. 19 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Vivo yo, que el juramento mío que menospreció, y mi pacto que ha quebrantado, lo traeré sobre su misma cabeza. 20 Extenderé sobre él mi red, y será preso en mi lazo, y lo haré venir a Babilonia, y allí entraré en juicio con él por su prevaricación con que contra mí se ha rebelado. 21 Y todos sus fugitivos, con todas sus tropas, caerán a espada, y los que queden serán esparcidos a todos los vientos; y sabréis que yo Jehová he hablado.

22 Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime. 23 En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y dará fruto, y se hará magnífico cedro; y habitarán debajo de él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán. 24 Y sabrán todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol sublime, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo Jehová lo he dicho, y lo haré.

La vid y el águila

17 La palabra del Señor vino a mí y me dijo:

«Hijo de hombre, preséntale al pueblo de Israel este enigma y nárrale esta parábola. Adviértele que así dice el Señor y Dios: “Llegó al Líbano un águila enorme, de grandes alas, tupido plumaje y vivos colores. Se posó sobre la copa de un cedro, y arrancó el retoño más alto. Lo llevó a un país de mercaderes, y lo plantó en una ciudad de comerciantes.

»”Tomó luego semilla de aquel país y la plantó en terreno fértil. La sembró como si fuera un sauce, junto a aguas abundantes. La semilla germinó y se hizo una vid frondosa, de poca altura; volvió sus ramas hacia el águila y hundió sus raíces bajo sí misma. Así se convirtió en una vid con retoños y exuberante follaje.

»”Pero había otra águila grande, de gigantescas alas y abundante plumaje. Y la vid giró sus raíces y orientó sus ramas hacia ella, para recibir más agua de la que ya tenía. Había estado plantada en tierra fértil junto a aguas abundantes, para echar retoños, dar frutos y convertirse en una hermosa vid”.

»Adviértele que así dice el Señor y Dios: “¿Prosperará esa vid? ¿El águila no la arrancará de raíz? ¿No le quitará su fruto y así la vid se marchitará? Sí, los tiernos retoños se secarán. No hará falta un brazo fuerte ni mucha gente para arrancarla de raíz. 10 ¿Prosperará aunque sea plantada? ¿Acaso el viento del este no la marchitará cuando la azote? ¿En los surcos donde creció se secará?”».

11 La palabra del Señor vino a mí y me dijo:

12 «Pregúntale a este pueblo rebelde si tiene idea de lo que significa todo esto. Diles: “El rey de Babilonia vino a Jerusalén y se llevó a su país al rey de Judá y a sus nobles. 13 Luego tomó a uno de la familia real, hizo un pacto con él bajo juramento y se llevó a la gente más importante del país. 14 Esto lo hizo para humillar a Judá. Así le impidió sublevarse y lo obligó a cumplir el tratado para poder subsistir. 15 Sin embargo, este príncipe se rebeló contra el rey de Babilonia y envió mensajeros a Egipto para conseguir caballos y un numeroso ejército. ¿Y tendrá éxito y podrá escapar el que se atreva a hacer esto? ¿Acaso podrá violar el pacto y salir con vida?

16 »”Así dice el Señor y Dios: Tan cierto como que yo vivo, ese príncipe morirá en Babilonia, en la tierra del rey que lo puso en el trono, cuyo juramento despreció y cuyo pacto no cumplió. 17 Ni el faraón con su gran ejército y numerosas tropas podrá auxiliarlo en la guerra, cuando se levanten rampas y se construyan torres de asalto para matar a mucha gente. 18 Él despreció el juramento y rompió el pacto. Así que, por haber hecho todo esto, a pesar de su compromiso, ¡no escapará!

19 »”Por tanto, así dice el Señor y Dios: Tan cierto como que yo vivo, lo castigaré por despreciar mi juramento y romper mi pacto. 20 Le tenderé mis redes y caerá en mi trampa. Lo llevaré a Babilonia y allí lo someteré a juicio por haberme sido infiel. 21 Lo mejor[a] de sus tropas caerá a filo de espada y los que aún queden con vida serán esparcidos a los cuatro vientos. Así sabrán que yo, el Señor, lo he dicho.

22 »”Así dice el Señor y Dios: De la copa de un cedro tomaré un retoño, de las ramas más altas arrancaré un brote y lo plantaré sobre un cerro muy elevado. 23 Lo plantaré sobre el cerro más alto de Israel, para que eche ramas y produzca fruto y se convierta en un magnífico cedro. Toda clase de aves anidará en él y vivirá a la sombra de sus ramas. 24 Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor. Al árbol grande lo corto y al pequeño lo hago crecer. Al árbol verde lo seco y al seco, lo hago florecer.

»”Yo, el Señor, lo he dicho y lo cumpliré”».

Footnotes

  1. 17:21 Lo mejor (mss. hebreos, mss. de LXX, Siríaca y Targum); Los fugitivos (TM).