Tres visiones

Esto es lo que el Señor y Dios me mostró: empezaba a crecer la hierba después de la siega que corresponde al rey y vi al Señor preparando enjambres de langostas. Cuando las langostas acababan con la hierba de la tierra, exclamé:

—¡Señor mi Dios, te ruego que perdones a Jacob! ¿Cómo va a sobrevivir, si es tan pequeño?

Entonces el Señor se compadeció y dijo:

—Esto no va a suceder.

Esto es lo que el Señor y Dios me mostró: Vi al Señor y Dios llamar a juicio con un fuego que devoraba el gran abismo y consumía los campos. Y exclamé:

—¡Detente, Señor mi Dios, te lo ruego! ¿Cómo sobrevivirá Jacob, si es tan pequeño?

Entonces el Señor se compadeció y dijo:

—Esto tampoco va a suceder.

Esto es lo que me mostró: El Señor estaba de pie junto a un muro construido a plomo y tenía una cuerda de plomada en la mano. Y el Señor me preguntó:

—¿Qué ves, Amós?

—Una cuerda de plomada —respondí.

Entonces el Señor dijo:

—Mira, voy a tirar la plomada en medio de mi pueblo Israel; no volveré a perdonarlo.

»Los altares paganos de Isaac serán destruidos
    y quedarán en ruinas los santuarios de Israel;
    me levantaré con espada contra la casa de Jeroboán».

Amasías contra Amós

10 Entonces Amasías, sacerdote de Betel, envió un mensaje a Jeroboán rey de Israel: «Amós está conspirando contra ti en medio de Israel. La tierra no puede soportar sus palabras, 11 porque anda diciendo:

»“Jeroboán morirá a espada
    e Israel será llevado cautivo
    lejos de su tierra”».

12 Entonces Amasías dijo a Amós:

—¡Vete de aquí, vidente! ¡Si quieres ganarte el pan profetizando, vete a la tierra de Judá! 13 No vuelvas a profetizar en Betel, porque este es el santuario del rey; es el templo del reino.

14 Amós respondió a Amasías:

—Yo no soy profeta ni hijo de profeta, sino que soy pastor y cultivo higos silvestres. 15 Pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”. 16 Así que oye la palabra del Señor. Tú dices:

»“No profetices contra Israel;
    deja de predicar contra los descendientes de Isaac”.

17 »Por eso, así dice el Señor:

»“Tu esposa se prostituirá en la ciudad
    y tus hijos y tus hijas caerán a espada.
Tu tierra será medida y repartida,
    tú mismo morirás en un país pagano
e Israel será llevado cautivo
    lejos de su tierra”».

Tres visiones de destrucción

Así me ha mostrado Jehová el Señor: He aquí, él criaba langostas cuando comenzaba a crecer el heno tardío; y he aquí era el heno tardío después de las siegas del rey. Y aconteció que cuando acabó de comer la hierba de la tierra, yo dije: Señor Jehová, perdona ahora; ¿quién levantará a Jacob? porque es pequeño. Se arrepintió Jehová de esto: No será, dijo Jehová.

Jehová el Señor me mostró así: He aquí, Jehová el Señor llamaba para juzgar con fuego; y consumió un gran abismo, y consumió una parte de la tierra. Y dije: Señor Jehová, cesa ahora; ¿quién levantará a Jacob? porque es pequeño. Se arrepintió Jehová de esto: No será esto tampoco, dijo Jehová el Señor.

Me enseñó así: He aquí el Señor estaba sobre un muro hecho a plomo, y en su mano una plomada de albañil. Jehová entonces me dijo: ¿Qué ves, Amós? Y dije: Una plomada de albañil. Y el Señor dijo: He aquí, yo pongo plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel; no lo toleraré más. Los lugares altos de Isaac serán destruidos, y los santuarios de Israel serán asolados, y me levantaré con espada sobre la casa de Jeroboam.

Amós y Amasías

10 Entonces el sacerdote Amasías de Bet-el envió a decir a Jeroboam rey de Israel: Amós se ha levantado contra ti en medio de la casa de Israel; la tierra no puede sufrir todas sus palabras. 11 Porque así ha dicho Amós: Jeroboam morirá a espada, e Israel será llevado de su tierra en cautiverio. 12 Y Amasías dijo a Amós: Vidente, vete, huye a tierra de Judá, y come allá tu pan, y profetiza allá; 13 y no profetices más en Bet-el, porque es santuario del rey, y capital del reino.

14 Entonces respondió Amós, y dijo a Amasías: No soy profeta, ni soy hijo de profeta, sino que soy boyero, y recojo higos silvestres. 15 Y Jehová me tomó de detrás del ganado, y me dijo: Ve y profetiza a mi pueblo Israel. 16 Ahora, pues, oye palabra de Jehová. Tú dices: No profetices contra Israel, ni hables contra la casa de Isaac. 17 Por tanto, así ha dicho Jehová: Tu mujer será ramera en medio de la ciudad, y tus hijos y tus hijas caerán a espada, y tu tierra será repartida por suertes; y tú morirás en tierra inmunda, e Israel será llevado cautivo lejos de su tierra.