⁵ Si ahora ustedes me son del todo obedientes y cumplen mi pacto, serán mi propiedad exclusiva entre todas las naciones. Aunque toda la tierra me pertenece, ⁶ ustedes serán para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”.

»Comunícales todo esto al pueblo de Israel».

²⁰ Pero a ustedes el Señor los tomó y los sacó de Egipto, de ese horno donde se funde el hierro, para que fueran el pueblo de su propiedad, como lo son ahora.

⁶ Porque para el Señor tu Dios tú eres un pueblo santo; él te eligió para que fueras su propiedad exclusiva entre todos los pueblos de la tierra.

¹⁸ Por su parte, hoy mismo el Señor ha declarado que tú eres su pueblo, su propiedad exclusiva, tal como lo prometió. Obedece, pues, todos sus mandamientos.

¹⁴ Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien.

⁹ Pero ustedes son descendencia escogida, sacerdocio regio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.