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Anhelo por la adoración en el templo

Para el director del coro; sobre Gitit. Salmo de los hijos de Coré.

84 ¡Cuán preciosas son Tus moradas(A),
Oh Señor de los ejércitos!
Anhela mi alma(B), y aun desea con ansias los atrios del Señor;
Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo(C).
Aun el gorrión ha hallado casa,
Y la golondrina nido para sí donde poner sus polluelos:
¡Tus altares(D), oh Señor de los ejércitos,
Rey mío y Dios mío(E)!

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