74 Oh Dios, ¿por qué nos has rechazado para siempre(A)?¿Por qué se enciende tu ira(B) contra las ovejas de tu prado[b](C)?
3 Sabed que Él, el Señor, es Dios(A);Él nos hizo(B), y no nosotros[a] a nosotros mismos;pueblo suyo somos(C) y ovejas de su prado.
23 ¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mis prados(A)! —declara el Señor(B).
7 Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas(A).
9 Yo soy la puerta(A); si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto.
16 Tengo otras ovejas(A) que no son de este redil; a esas también me es necesario traerlas, y oirán mi voz, y serán un rebaño(B) con un solo pastor(C).
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