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Salmo 128 (127)

Que el Señor te bendiga

128 Cántico de peregrinación.
Feliz quien venera al Señor,
quien marcha por sus caminos.
Comerás del trabajo de tus manos,
serás feliz y te irá bien.
Será tu esposa como parra fecunda
en la intimidad de tu casa;
serán tus hijos como ramas de olivo
en torno a tu mesa.
Así será bendecido
todo el que venera al Señor:
“Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la dicha de Jerusalén
todos los días de tu vida,
que veas a los hijos de tus hijos.
¡Que reine la paz en Israel!”.

La bienaventuranza del que teme a Jehová

Cántico gradual.

128 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,

Que anda en sus caminos.

Cuando comieres el trabajo de tus manos,

Bienaventurado serás, y te irá bien.

Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;

Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

He aquí que así será bendecido el hombre

Que teme a Jehová.

Bendígate Jehová desde Sion,

Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

Y veas a los hijos de tus hijos.

Paz sea sobre Israel.