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Entonces le dijo Noemí su suegra:

—Hija mía, ¿no habré de buscar para ti un hogar para que te vaya bien? Y ahora, ¿acaso Boaz, con cuyas criadas has estado, no es nuestro pariente? He aquí que esta noche él aventará la cebada en la era. Lávate, perfúmate, ponte tu vestido y baja a la era. Pero no te des a conocer al hombre, hasta que él haya acabado de comer y de beber. Cuando él se acueste, observa el lugar donde se acuesta y anda, destapa un sitio a sus pies y acuéstate allí. Y él te dirá lo que debes hacer.

Y ella le respondió:

—Haré todo lo que me dices.

Rut conquista el corazón de Boaz

Entonces Rut bajó a la era e hizo todo lo que su suegra le había mandado. Cuando Boaz había comido y bebido, y su corazón estaba contento, se retiró a dormir a un lado del montón de grano. Entonces ella fue silenciosamente, destapó un sitio a sus pies y se acostó. Y sucedió que a la medianoche Boaz se estremeció y se dio vuelta. ¡Y he aquí que una mujer estaba acostada a sus pies! Entonces él le preguntó:

—¿Quién eres tú?

Y ella respondió:

—Yo soy Rut, tu sierva. Extiende tus alas[a] sobre tu sierva, porque tú eres pariente redentor.

10 Él dijo:

—El SEÑOR te bendiga, hija mía. Esta última acción tuya es mejor que la primera, porque no has ido tras los jóvenes, sean pobres o ricos. 11 Ahora pues, no temas, hija mía. Yo haré por ti todo lo que tú digas, pues todos en mi ciudad saben que tú eres una mujer virtuosa. 12 Ahora bien, aunque es cierto que yo soy pariente redentor, hay otro pariente redentor más cercano que yo. 13 Pasa la noche y cuando sea de día, si él te redime, está bien; que te redima. Pero si él no te quiere redimir, ¡vive el SEÑOR, que yo te redimiré! Acuéstate hasta la mañana.

14 Así durmió a sus pies hasta la mañana, pero se levantó antes que nadie pudiera distinguir a su compañero. Porque él dijo:

—Que no se sepa que una mujer ha venido a la era. 15 —También le dijo—: Dame el manto que está sobre ti y sostenlo.

Ella lo sostuvo, y él midió cuarenta kilos[b]de cebada y las puso sobre ella. Entonces ella[c] se fue a la ciudad. 16 Y cuando vino a su suegra, esta le preguntó:

—¿Qué sucedió, hija mía?

Ella le declaró todo lo que el hombre había hecho por ella. 17 Y añadió:

—Me dio estos cuarenta kilos de cebada, diciendo: “Para que no vayas a tu suegra con las manos vacías”.

18 Entonces Noemí dijo:

—Descansa, hija mía, hasta que sepas cómo resulta la cosa. Porque el hombre no tendrá sosiego hasta que concluya hoy mismo el asunto.

Footnotes

  1. Rut 3:9 Eufemismo para proponer matrimonio.
  2. Rut 3:15 Posiblemente seis seahs.
  3. Rut 3:15 Según muchos mss. y vers. antiguas; TM, él.

Rut y Booz en la era

Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien? ¿No es Booz nuestro pariente, con cuyas criadas tú has estado? He aquí que él avienta esta noche la parva de las cebadas. Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer. Y ella respondió: Haré todo lo que tú me mandes.

Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado. Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó. Y aconteció que a la medianoche se estremeció aquel hombre, y se volvió; y he aquí, una mujer estaba acostada a sus pies. Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano. 10 Y él dijo: Bendita seas tú de Jehová, hija mía; has hecho mejor tu postrera bondad que la primera, no yendo en busca de los jóvenes, sean pobres o ricos. 11 Ahora pues, no temas, hija mía; yo haré contigo lo que tú digas, pues toda la gente de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa. 12 Y ahora, aunque es cierto que yo soy pariente cercano, con todo eso hay pariente más cercano que yo. 13 Pasa aquí la noche, y cuando sea de día, si él te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive Jehová. Descansa, pues, hasta la mañana.

14 Y después que durmió a sus pies hasta la mañana, se levantó antes que los hombres pudieran reconocerse unos a otros; porque él dijo: No se sepa que vino mujer a la era.

15 Después le dijo: Quítate el manto que traes sobre ti, y tenlo. Y teniéndolo ella, él midió seis medidas de cebada, y se las puso encima; y ella se fue a la ciudad.

16 Y cuando llegó a donde estaba su suegra, esta le dijo: ¿Qué hay, hija mía? Y le contó ella todo lo que con aquel varón le había acontecido. 17 Y dijo: Estas seis medidas de cebada me dio, diciéndome: A fin de que no vayas a tu suegra con las manos vacías.

18 Entonces Noemí dijo: Espérate, hija mía, hasta que sepas cómo se resuelve el asunto; porque aquel hombre no descansará hasta que concluya el asunto hoy.