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Dichos sabios del rey Lemuel

31 Estos son los dichos sabios con los que la mamá al rey Lemuel le enseñaba:

«Tú eres mi hijo, el hijo de mis entrañas;
    el hijo que pedí tener.
No desperdicies tu fuerza con las mujeres,
    ni gastes tu energía en ellas,
    pues destruyen a los reyes.

»Lemuel, no es sabio que los reyes tomen vino,
    ni que los gobernantes se den a la bebida,
ya que por culpa de la bebida pueden olvidarse de lo que manda la ley
    y violar los derechos de los pobres.
Dale vino al que se va a morir
    y licor al que está amargado,
para que beban y se olviden de su miseria
    y no se acuerden más de sus problemas.
Habla por los que no pueden hablar
    y defiende los derechos de los desamparados.
Alza la voz y hazles justicia;
    defiende los derechos de los pobres y los necesitados».

La esposa ejemplar

10 [a] Una mujer ejemplar[b], ¿quién la encontrará?
    ¡Vale mucho más que las piedras preciosas!
11 Su esposo confía totalmente en ella,
    ¡y cómo no le habrá de beneficiar!
12 Le hace bien a su esposo toda su vida;
    nunca le traerá problemas.

13 Ella recoge lana y lino,
    y trabaja feliz con sus manos.
14 Es como un barco de un lugar lejano
    que de todas partes trae provisiones a la casa.
15 Se levanta bien temprano en la mañana,
    da de comer a su familia y a las criadas.
16 Va a ver un terreno, lo compra
    y usa el dinero que ha ganado para plantar un viñedo.
17 Ella trabaja muy duro, fuertemente,
    y es capaz de hacer todo su trabajo.
18 Comprueba que sus negocios marchan bien
    y trabaja hasta tarde en la noche.
19 Ella hace sus propias telas
    y teje su propia ropa.
20 Siempre tiene algo que dar a los pobres
    y ayuda a los necesitados.
21 Ella no teme por su familia cuando nieva
    porque a todos los tiene bien abrigados.
22 Hace sábanas para las camas
    y usa ropa fina.

23 La gente respeta a su marido
    porque es uno de los líderes de la región.
24 Hace y vende ropa de lino;
    suministra cinturones a los comerciantes.
25 Es alabada por la gente[c] y todos la respetan;
    espera el futuro con confianza.
26 Habla con sabiduría
    y enseña a la gente a ser amorosa y amable.
27 Jamás es perezosa;
    cuida que todo marche bien en la casa.
28 Sus hijos hablan bien de ella,
    y su esposo la alaba y dice:
29 «Hay muchas mujeres buenas,
    pero tú eres la mejor de todas».

30 La gracia y la belleza son engañosas,
    pero la mujer que respeta al SEÑOR es digna de alabanza.
31 Que se le dé el reconocimiento que merece;
    y se le felicite en público por todo el bien que ha hecho.

Footnotes

  1. 31:10-31 Cada verso de este poema comienza con una letra del alfabeto hebreo, así que este poema muestra todas las cualidades de la mujer, de la A a la Z.
  2. 31:10 Una mujer ejemplar o Una mujer virtuosa.
  3. 31:25 Es alabada por la gente o Ella es fuerte.