Add parallel Print Page Options

No te alabes delante del rey
ni te pongas en el lugar de los grandes,
porque mejor es que se te diga: «Sube acá»,
y no que seas humillado delante del príncipe
a quien tus ojos han visto.

No entres apresuradamente en pleito,
no sea que no sepas qué hacer luego,
cuando tu prójimo te haya avergonzado.

Read full chapter