Add parallel Print Page Options

¡Apenas logras poner los ojos en las riquezas,
cuando éstas ya han desaparecido!
¡Es como si les salieran alas, alas de águila,
y desaparecen volando por el cielo!

No compartas la mesa con el avaro;
no quieras llenarte con sus deliciosos platillos,
porque en su interior sigue siendo avaro.
Te invitará a comer y beber,
pero no te invitará de corazón.

Read full chapter