¹⁸ Y yo también te digo, que tú eres Pedro,^[a] y sobre esta roca^[b] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

¹⁵ Y tú, Capernaum, que hasta los cielos eres levantada, hasta el Hades serás abatida.^(A)

²³ Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.

³¹ viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.

¹⁸ y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

⁸ Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra.^(A)

¹³ Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras.

¹⁴ Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.