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La muerte de Juan el Bautista

(Mt 14:1-12; Lc 9:7-9)

14 El rey Herodes oyó hablar de Jesús, quien ya era conocido en muchos lugares. Algunos decían: «Es Juan el Bautista que ha resucitado, por eso está haciendo milagros». 15 Otros decían: «Es Elías». Y otros más decían: «Jesús es un profeta como los que vivieron hace mucho tiempo».

16 Pero cuando Herodes escuchó esos comentarios, dijo: «Es Juan. Yo le corté la cabeza y ahora ha resucitado».

17 Herodes había mandado arrestar a Juan y ponerlo en prisión por causa de Herodías, esposa de su hermano Felipe. Herodes se había casado con ella, 18 y Juan le decía a Herodes que no era correcto casarse con la esposa de su hermano. 19 Por eso Herodías le guardaba rencor a Juan y quería matarlo, pero no encontraba la forma de hacerlo. 20 Herodes le tenía miedo a Juan porque sabía que era un hombre recto y santo, y por eso lo protegía. A Herodes le gustaba escuchar a Juan, pero siempre se inquietaba con lo que él le decía.

21 Llegó el momento que Herodías esperaba para matar a Juan y fue el día del cumpleaños del rey Herodes. Él quería celebrar su cumpleaños con los altos funcionarios, con los comandantes y con los notables de Galilea, a quienes invitó a una gran cena. 22 La hija de Herodías entró y bailó, lo cual les gustó mucho al rey y a sus invitados. Así que el rey Herodes le dijo a la muchacha:

—Pide lo que quieras y te lo daré.

23 Y le prometió a la muchacha:

—Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino.

24 Ella corrió a donde estaba su mamá y le preguntó:

—¿Qué debo pedir?

Ella le contesto:

—Pide la cabeza de Juan el Bautista.

25 Enseguida la muchacha volvió a donde estaba el rey y le hizo su petición:

—Quiero que me traigas ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista.

26 El rey se puso muy triste, pero no quería quedar mal con sus invitados y tenía que cumplir su promesa. No podía negarle a la muchacha lo que estaba pidiendo. 27 Así que enseguida ordenó a un verdugo que le trajera la cabeza de Juan. Él fue y le cortó la cabeza a Juan en la cárcel, 28 la trajo en una bandeja, se la entregó a la muchacha y ella se la dio a su mamá. 29 Cuando los seguidores de Juan se enteraron, fueron a recoger el cuerpo y lo colocaron en un sepulcro.

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