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»¿Acaso roba el hombre a Dios? ¡Vosotros me estáis robando!

»Y todavía preguntáis: “¿En qué te robamos?”

»En los diezmos y en las ofrendas. Vosotros —la nación entera— estáis bajo gran maldición, pues es a mí a quien estáis robando.

10 »Traed íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Probadme en esto —dice el Señor Todopoderoso—, y ved si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.

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