Add parallel Print Page Options

No llevéis bolsa, ni alforja, ni calzado; y á nadie saludéis en el camino.

En cualquiera casa donde entrareis, primeramente decid: Paz sea á esta casa.

Y si hubiere allí algún hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; y si no, se volverá á vosotros.

Read full chapter