Add parallel Print Page Options

Sus puertas fueron derribadas; destruyó y quebrantó sus cerrojos.
Su rey y sus príncipes están entre gentes que no tienen la ley,
y sus profetas no recibieron visión de Jehová.

10 Se sientan en tierra y callan los ancianos de la hija de Sión;
echan polvo sobre sus cabezas y se ciñen ropas ásperas.
Las vírgenes de Jerusalén bajan la cabeza hasta la tierra.

11 Mis ojos se deshacen en lágrimas, mis entrañas se conmueven
y mi hígado se derrama por tierra a causa del quebrantamiento de la hija de mi pueblo;
y los niños, ¡aun los de pecho!, desfallecen entre tanto en las plazas de la ciudad.

Read full chapter