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»¡Habla, pues!
¿Hay alguien que te conteste?
    ¿A qué ángel[a] acudirás?
Porque la ira acaba con el necio
    y el resentimiento con el insensato.
Vi al necio echar raíces,
    y en el momento maldije su casa.
Que sus hijos no reciban ayuda,
    que sean oprimidos en el tribunal y no haya quien los libere.
Que sus cosechas se las coma el hambriento,
    sacándolas de entre los espinos,
    y el sediento consuma sus bienes.
Porque los problemas no salen de la nada,
    ni el sufrimiento brota de la tierra,
sino que los seres humanos nacen para crearse problemas,
    así como el fuego echa chispas.

»Pero yo buscaría a Dios
    para ofrecerle alabanza.
Él es autor de obras grandiosas
    que no se pueden entender completamente,
    y sus obras maravillosas son incontables.
10 Dios es el que envía lluvia a la tierra
    y lleva agua a los campos.
11 Él enaltece a los humildes
    y da bienestar a los que gimen.
12 Frustra los planes de los astutos
    para que no logren lo que quieren.
13 Dios atrapa a los sabios en su propio ingenio,
    y sus consejos no sirven para nada.
14 Ellos se encuentran a oscuras durante el día;
    andan a tientas a pleno mediodía como si fuera de noche.
15 Pero Dios salva al pobre de la boca de los astutos,
    la cual es como una espada,
    y de la mano del poderoso.
16 Por eso hay esperanza para el pobre
    y se acalla la injusticia.

17 »Ciertamente qué afortunado es aquel a quien Dios corrige,
    así que no rechaces la disciplina del Todopoderoso.
18 Porque él hiere y venda la herida;
    él da el golpe, pero con su mano sana.
19 De seis problemas te librará,
    y en siete no permitirá que el mal te toque.
20 En época de hambruna te salvará de la muerte
    y en tiempo de guerra te librará del poder de la espada.
21 Estarás protegido de las malas lenguas
    y no tendrás miedo si llega la ruina.
22 Te reirás de la ruina y del hambre,
    y no tendrás miedo de los animales salvajes.
23 Porque tendrás un pacto hasta con las piedras del campo,
    y vivirás en paz incluso con los animales salvajes.
24 Sabrás que tu carpa está segura
    y cuando la revises no echarás nada de menos.
25 Sabrás también que tu descendencia será numerosa
    y tu familia será como las hojas de la hierba sobre la tierra.
26 Morirás en pleno uso de tus facultades,
    como manojo de espigas recogidas a tiempo.
27 Nosotros hemos investigado todo esto y así es.
    Entonces, escúchalo y compruébalo tú mismo».

Footnotes

  1. 5:1 ángel Textualmente santos en referencia a seres celestiales, tal vez los ángeles que se mencionan en 4:18.

Ahora, pues, da voces; ¿habrá quien te responda?

¿Y a cuál de los santos te volverás?

Es cierto que al necio lo mata la ira,

Y al codicioso lo consume la envidia.

Yo he visto al necio que echaba raíces,

Y en la misma hora maldije su habitación.

Sus hijos estarán lejos de la seguridad;

En la puerta serán quebrantados,

Y no habrá quién los libre.

Su mies comerán los hambrientos,

Y la sacarán de entre los espinos,

Y los sedientos beberán su hacienda.

Porque la aflicción no sale del polvo,

Ni la molestia brota de la tierra.

Pero como las chispas se levantan para volar por el aire,

Así el hombre nace para la aflicción.

Ciertamente yo buscaría a Dios,

Y encomendaría a él mi causa;

El cual hace cosas grandes e inescrutables,

Y maravillas sin número;

10 Que da la lluvia sobre la faz de la tierra,

Y envía las aguas sobre los campos;

11 Que pone a los humildes en altura,

Y a los enlutados levanta a seguridad;

12 Que frustra los pensamientos de los astutos,

Para que sus manos no hagan nada;

13 Que prende a los sabios en la astucia de ellos,(A)

Y frustra los designios de los perversos.

14 De día tropiezan con tinieblas,

Y a mediodía andan a tientas como de noche.

15 Así libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos,

Y de la mano violenta;

16 Pues es esperanza al menesteroso,

Y la iniquidad cerrará su boca.

17 He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga;

Por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso.(B)

18 Porque él es quien hace la llaga, y él la vendará;

Él hiere, y sus manos curan.

19 En seis tribulaciones te librará,

Y en la séptima no te tocará el mal.

20 En el hambre te salvará de la muerte,

Y del poder de la espada en la guerra.

21 Del azote de la lengua serás encubierto;

No temerás la destrucción cuando viniere.

22 De la destrucción y del hambre te reirás,

Y no temerás de las fieras del campo;

23 Pues aun con las piedras del campo tendrás tu pacto,

Y las fieras del campo estarán en paz contigo.

24 Sabrás que hay paz en tu tienda;

Visitarás tu morada, y nada te faltará.

25 Asimismo echarás de ver que tu descendencia es mucha,

Y tu prole como la hierba de la tierra.

26 Vendrás en la vejez a la sepultura,

Como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo.

27 He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así;

Óyelo, y conócelo tú para tu provecho.