Add parallel Print Page Options

25 ¡Viene el enemigo armado con espada!
    No salgáis al campo,
    ni andéis por los caminos.
    ¡Hay terror por todas partes!
26 Vístete de luto, pueblo mío;
    revuélcate en las cenizas.
Llora amargamente,
    como lo harías por tu primogénito,
porque nos cae por sorpresa
    el que viene a destruirnos.

27 «Te he puesto entre mi pueblo
    como vigía y atalaya,
para que escudriñes
    y examines su conducta.

Read full chapter