Jeremías 4:30-31

La Biblia de las Américas

³⁰ Y tú, desolada, ¿qué harás^(A)?
Aunque te vistas de escarlata,
aunque te pongas^[a] adornos de oro,
aunque te agrandes con pintura los ojos^(B),
en vano te embelleces;
te desprecian tus amantes,
solo buscan tu vida^(C).
³¹ Porque oí un grito^[b] como de mujer de parto^(D),
angustia como de primeriza;
era el grito^[c] de la hija de Sión que se ahogaba,
y extendía sus manos^[d](E), diciendo:
¡Ay ahora de mí, porque desfallezco^[e] ante los asesinos!