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Nadie compartirá el pan por los difuntos para consolar a los deudos, ni se brindará para consolar al padre o a la madre. Pero tampoco vayas a ninguna casa donde haya una fiesta, ni te sientes a comer y beber con los invitados. Yo soy el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, y te hago saber que voy a acallar en este lugar toda voz de gozo y de alegría; ¡voy a silenciar la voz del novio y de la novia,(A), y ustedes mismos lo verán con sus propios ojos!

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