Add parallel Print Page Options

cuando hagas prodigios inesperados
y, al bajar, los montes se fundan ante ti.
Nunca hemos tenido noticia de ello:
jamás nadie ha visto ni escuchado
que fuera de ti haya un Dios
que favorezca así a quien espera en él.
¡Ah, si encontraras a alguien
que practicase con gozo la justicia,
que tuviera en cuenta tus proyectos!
Pero te has irritado porque fallamos,
borra nuestra culpa y nos salvaremos.

Read full chapter