Add parallel Print Page Options

La hierba se seca,
    la flor se marchita y se cae
cuando el SEÑOR sopla sobre ella.
    De verdad la gente es como la hierba.
La hierba se seca,
    la flor se marchita y se cae,
pero la palabra de nuestro Dios
    vivirá para siempre.

Sube a una montaña alta, Sion,
    mensajera de buenas noticias.
Alza con fuerza tu voz, Jerusalén,
    mensajera de buenas noticias.
    Grita, no tengas miedo.
Diles a las ciudades de Judá:
    «Aquí está tu Dios».

Read full chapter