Add parallel Print Page Options

¡Rellenen los valles y nivelen las colinas, enderecen las sendas torcidas y allanen los sitios ásperos del camino! ¡La humanidad entera contemplará la gloria del Señor! El Señor lo ha dicho y se cumplirá.

La voz ahora dice:

―¡Grita!

―¿Qué debo gritar? —pregunté.

―Di a gritos que todo hombre y mujer es como hierba que se marchita, y que toda su belleza se aja como las flores que languidecen.

Read full chapter