Add parallel Print Page Options

35 Dios protegerá esta ciudad, por amor a sí mismo, y por amor a David, quien le fue fiel en todo».

36 Esa noche, el ángel de Dios fue y mató a ciento ochenta y cinco mil soldados del ejército asirio, y a la mañana siguiente el campo estaba lleno de muertos. 37 Entonces Senaquerib regresó a su país y se quedó en la ciudad de Nínive.

Read full chapter