Add parallel Print Page Options

Al mismo tiempo envió al mayordomo de palacio, Eliaquín, al secretario Sobná y a los sacerdotes más ancianos, vestidos de sayal, a ver al profeta Isaías, hijo de Amós, y a comunicarle lo siguiente:

— Esto dice Ezequías: “Vivimos hoy momentos de angustia, de castigo y de ignominia, como si el hijo fuera a nacer y la madre no tuviera fuerzas para alumbrarlo. Ojalá el Señor, tu Dios, haya escuchado las palabras del copero mayor, enviado por su amo, el rey de Asiria, para insultar al Dios vivo, y lo castigue por esas palabras que el Señor, tu Dios, ha oído. Por tu parte, intercede por el resto que aún subsiste”.

Read full chapter