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20 En aquel día los hombres arrojarán a los topos[a] y a los murciélagos sus ídolos de plata y sus ídolos de oro que habían hecho para adorarlos, 21 a fin de meterse en las grietas de las rocas y en las hendiduras de las peñas, a causa de la temible presencia del SEÑOR y del esplendor de su majestad, cuando el SEÑOR se levante para hacer temblar la tierra.

22 Dejen de confiar en el hombre, cuyo hálito está en su nariz; pues, ¿de qué estima es digno?

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Footnotes

  1. Isaías 2:20 Según un ms. y Peshita; TM, presentar mi rostro.