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Visión que recibió Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y Jerusalén, durante los reinados de Uzías, Jotán, Acaz y Ezequías, reyes de Judá.

Judá, nación rebelde

¡Oíd, cielos! ¡Escucha, tierra!
    Así dice el Señor:
«Yo crie hijos hasta hacerlos hombres,
    pero ellos se rebelaron contra mí.
El buey conoce a su dueño
    y el asno el pesebre de su amo;
¡pero Israel no conoce,
    mi pueblo no entiende!»

¡Ay, nación pecadora,
    pueblo cargado de culpa,
generación de malhechores,
    hijos corruptos!
¡Han abandonado al Señor!
    ¡Han despreciado al Santo de Israel!
    ¡Se han vuelto atrás!

¿Para qué recibir más golpes?
    ¿Para qué insistir en la rebelión?
Toda su cabeza está herida,
    todo su corazón está enfermo.
Desde la planta del pie hasta la coronilla
    no les queda nada sano:
todo en ellos es heridas, moretones
    y llagas abiertas,
que no les han sido curadas ni vendadas,
    ni aliviadas con aceite.

Vuestro país está desolado,
    vuestras ciudades son presa del fuego;
ante vuestros propios ojos
    los extraños devoran vuestros campos;
vuestro país está desolado,
    como si hubiera sido destruido por extranjeros.
La bella Sión ha quedado
    como cobertizo en un viñedo,
como choza en un melonar,
    como ciudad sitiada.
Si el Señor Todopoderoso
    no nos hubiera dejado algunos sobrevivientes,
seríamos ya como Sodoma,
    nos pareceríamos a Gomorra.

10 ¡Oíd la palabra del Señor,
    gobernantes de Sodoma!
¡Escucha la ley de nuestro Dios,
    pueblo de Gomorra!
11 «¿De qué me sirven vuestros muchos sacrificios?
    —dice el Señor—.
Harto estoy de holocaustos de carneros
    y de la grasa de animales engordados;
la sangre de toros, corderos y cabras
    no me complace.
12 ¿Por qué venís a presentaros ante mí?
    ¿Quién os mandó traer animales
    para que pisotearan mis atrios?
13 No me sigáis trayendo vanas ofrendas;
    el incienso es para mí una abominación.
Luna nueva, día de reposo, asambleas convocadas;
    ¡no soporto que con vuestra adoración me ofendáis!
14 Yo aborrezco vuestras lunas nuevas y festividades;
    se han vuelto una carga para mí
    que estoy cansado de soportar.
15 Cuando levantáis vuestras manos,
    yo aparto de vosotros mis ojos;
aunque multipliquéis vuestras oraciones,
    no las escucharé,
    pues tenéis las manos llenas de sangre.
16 ¡Lavaos, limpiaos!
    ¡Apartad de mi vista vuestras obras malvadas!
¡Dejad de hacer el mal!
17     ¡Aprended a hacer el bien!
¡Buscad la justicia y reprended al opresor!
    ¡Abogad por el huérfano y defended a la viuda!

18 »Venid, pongamos las cosas en claro
    —dice el Señor—.
¿Son vuestros pecados como escarlata?
    ¡Quedarán blancos como la nieve!
¿Son rojos como la púrpura?
    ¡Quedarán como la lana!
19 ¿Estáis dispuestos a obedecer?
    ¡Comeréis lo mejor de la tierra!
20 ¿Rehusáis y os rebeláis?
    ¡Seréis devorados por la espada!»
            El Señor mismo lo ha dicho.

21 ¡Cómo se ha prostituido la ciudad fiel!
    Antes estaba llena de justicia.
La rectitud moraba en ella,
    pero ahora solo quedan asesinos.
22 Tu plata se ha convertido en escoria;
    tu buen vino, en agua.
23 Tus gobernantes son rebeldes,
    cómplices de ladrones;
todos aman el soborno
    y van tras los regalos.
No abogan por el huérfano,
    ni se ocupan de la causa de la viuda.

24 Por eso afirma el Señor,
    el Señor Todopoderoso, el Fuerte de Israel:
«Me desquitaré de mis adversarios,
    me vengaré de mis enemigos.
25 Volveré mi mano contra ti,
    limpiaré tus escorias con lejía
    y quitaré todas tus impurezas.
26 Restauraré a tus jueces como al principio,
    y a tus consejeros como al comienzo.
Entonces serás llamada “Ciudad de justicia”,
    “Ciudad fiel”».

27 Con justicia Sión será redimida,
    y con rectitud, los que se arrepientan.
28 Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados,
    y perecerán los que abandonan al Señor.
29 Se avergonzarán de las encinas que tanto amáis;
    los jardines que elegisteis serán para ellos una afrenta.
30 Seréis como una encina con hojas marchitas,
    como un jardín sin agua.
31 El hombre fuerte se convertirá en estopa,
    y su trabajo en chispa;
arderán los dos juntos,
    y no habrá quien los apague.

Una nación pecadora

Visión de Isaías hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías,(A) Jotam,(B) Acaz(C) y Ezequías,(D) reyes de Judá.

Oíd, cielos, y escucha tú, tierra; porque habla Jehová: Crie hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí. El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento.

¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos depravados! Dejaron a Jehová, provocaron a ira al Santo de Israel, se volvieron atrás.

¿Por qué querréis ser castigados aún? ¿Todavía os rebelaréis? Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite.

Vuestra tierra está destruida, vuestras ciudades puestas a fuego, vuestra tierra delante de vosotros comida por extranjeros, y asolada como asolamiento de extraños. Y queda la hija de Sion como enramada en viña, y como cabaña en melonar, como ciudad asolada.

Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma fuéramos, y semejantes a Gomorra.(E)

Llamamiento al arrepentimiento verdadero

10 Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo de Gomorra. 11 ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.

12 ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? 13 No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo,[a] el convocar asambleas, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. 14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.(F) 15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. 16 Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo; 17 aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda.

18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. 19 Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra; 20 si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

Juicio y redención de Jerusalén

21 ¿Cómo te has convertido en ramera, oh ciudad fiel? Llena estuvo de justicia, en ella habitó la equidad; pero ahora, los homicidas. 22 Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua. 23 Tus príncipes, prevaricadores y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

24 Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis enemigos, me vengaré de mis adversarios; 25 y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza. 26 Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.

27 Sion será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia. 28 Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos. 29 Entonces os avergonzarán las encinas que amasteis, y os afrentarán los huertos que escogisteis. 30 Porque seréis como encina a la que se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas. 31 Y el fuerte será como estopa, y lo que hizo como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.

Footnotes

  1. Isaías 1:13 Aquí equivale a sábado.