Add parallel Print Page Options

20 Y mientras los rociaba, decía: «Esta es la sangre del pacto que Dios les ha ordenado a ustedes cumplir». 21 De la misma manera, roció con la sangre el santuario y todos los objetos que se usaban en el culto.

22 La ley exige que casi todo sea purificado con sangre, pues si no hay derramamiento de sangre no hay perdón.

Read full chapter