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”Así dice el Señor Dios: ‘Ningún extranjero, incircunciso de corazón e incircunciso de carne, entrará en Mi santuario; ninguno de los extranjeros que están entre los israelitas(A). 10 Y los levitas que se alejaron de Mí cuando Israel se descarriaba, y se alejaron de Mí tras sus ídolos, llevarán el castigo por su iniquidad(B). 11 Serán servidores en Mi santuario, encargados de las puertas del templo y servidores en el templo(C); ofrecerán el holocausto y el sacrificio para el pueblo(D), y estarán delante de ellos para servirles(E).

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