Add parallel Print Page Options

23 »Y luego, además de todas tus otras perversidades, ¡ay de ti, dice el Señor Dios, 24 construiste un espacioso burdel para tus amantes, y altares para los ídolos en cada calle, 25 y allí ofreciste tu hermosura a cada hombre que pasaba, en una corriente interminable de prostitución!

Read full chapter