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«Hijo de hombre, en lo íntimo de su corazón estos hombres adoran a los ídolos. ¡En la cara se les ve el tropiezo de su maldad! ¿Y todavía he de permitir que vengan a consultarme? Habla con ellos, pero diles de mi parte que yo, el Señor su Dios, he dicho: “A los israelitas que en lo íntimo de su corazón adoren a los ídolos y lleven marcado en el rostro el tropiezo de su maldad, y vengan a consultar al profeta, yo el Señor le responderé conforme a la multitud de sus ídolos, y recuperaré el corazón del pueblo de Israel, pues por causa de sus ídolos se han apartado de mí.”

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