Add parallel Print Page Options

22 Le está permitido pedir hasta tres mil trescientos kilos de plata, diez mil kilos de trigo, dos mil doscientos litros de vino, dos mil doscientos litros de aceite y toda la sal que necesite. 23 Tengan cuidado de entregarle de inmediato todo lo que su Dios ha ordenado para su templo. Así Dios no se enojará con mi país ni con mis hijos. 24 Sepan también que no deben cobrar ninguna clase de impuestos a los sacerdotes, sus ayudantes, cantores y guardianes, ni a ningún servidor del templo de Dios.

Read full chapter