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11 Sé generoso en dar, pues más tarde volverán a ti tus regalos. Reparte tus regalos entre muchos pues no sabes si tú mismo estarás mañana en necesidad. Cuando las nubes están cargadas, cae la lluvia; y si un árbol cae, sea hacia el norte o hacia el sur, allí se queda, su suerte está echada. Si esperas condiciones perfectas, nunca realizarás nada. Los caminos de Dios son misteriosos como la senda del viento, o como la forma en que el espíritu humano se infunde en el cuerpo del niño aún en el vientre de su madre. Persevera en la siembra, pues no sabes cuál semilla germinará; quizá germinen todas.

Maravilloso es estar vivo. El que llegue a muy anciano regocíjese cada día de su vida, pero recuerde también que la eternidad es mucho más larga y que comparado con ella todo lo de este mundo es vano.

Acuérdate de tu Creador

Joven, la juventud es un tesoro. ¡Disfruta cada minuto de ella! ¡Haz cuanto se te antoje! Pruébalo todo, pero sabe que tendrás que rendirle cuentas a Dios de cuanto hagas. 10 Aleja el sufrimiento y la pena, pero recuerda que el joven, ante el cual se extiende una vida entera, puede cometer graves errores.

11 Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás. Reparte a siete, y aun a ocho; porque no sabes el mal que vendrá sobre la tierra. Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán; y si el árbol cayere al sur, o al norte, en el lugar que el árbol cayere, allí quedará. El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará.

Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.

Por la mañana siembra tu semilla, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque no sabes cuál es lo mejor, si esto o aquello, o si lo uno y lo otro es igualmente bueno.

Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol; pero aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad.

Consejos para la juventud

Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios.

10 Quita, pues, de tu corazón el enojo, y aparta de tu carne el mal; porque la adolescencia y la juventud son vanidad.