Add parallel Print Page Options

Paciencia y confianza

Hijo mío, si tratas de servir al Señor,
prepárate para la prueba.
Fortalece tu voluntad y sé valiente,
para no acobardarte cuando llegue la calamidad.
Aférrate al Señor, y no te apartes de él;
así, al final tendrás prosperidad.
Acepta todo lo que te venga,
y sé paciente si la vida te trae sufrimientos.
Porque el valor del oro se prueba en el fuego,
y el valor de los hombres en el horno del sufrimiento.
Confía en Dios, y él te ayudará;
procede rectamente y espera en él.

Ustedes, los que honran al Señor, confíen en su misericordia;
no se desvíen del camino recto, para no caer.
Los que honran al Señor, confíen en él,
y no quedarán sin recompensa.
Los que honran al Señor, esperen la prosperidad,
la felicidad eterna y el amor de Dios.
10 Fíjense en lo que sucedió en otros tiempos:
nadie que confiara en el Señor se vio decepcionado;
nadie que lo honrara fielmente se vio abandonado;
a todos los que lo invocaron, él los escuchó.
11 Porque el Señor es tierno y compasivo,
perdona los pecados y salva en tiempo de aflicción.

12 Pero, ¡ay de los corazones cobardes y las manos perezosas!
¡Ay de los pecadores que llevan una vida doble!
13 ¡Ay de los corazones débiles, que no tienen confianza!
¡Dios no los protegerá!
14 ¡Ay de los que no saben soportar con paciencia!
¿Qué harán cuando el Señor los ponga a prueba?
15 Los que honran al Señor obedecen lo que él ordena;
aquellos que le aman hacen lo que él quiere.
16 Los que honran al Señor tratan de hacer lo que a él le agrada;
aquellos que le aman cumplen con gusto su ley.
17 Los que honran al Señor están siempre dispuestos
a humillarse delante de él.
18 Pongámonos en las manos del Señor,
y no en las manos de los hombres;
porque el amor de Dios
es igual a su grandeza.

Plena confianza en Dios

Queridos jovencitos,
si quieren servir a Dios,
prepárense a enfrentar dificultades.
Ármense de mucho valor,
y no se asusten de las desgracias.
Nunca se aparten de Dios,
y él los hará prosperar.
Suceda lo que suceda,
aguanten con paciencia el sufrimiento.
El oro se purifica con fuego,
y nosotros, con el sufrimiento.

Si corrigen su conducta
y ponen su confianza en Dios,
él les brindará su ayuda.
Si obedecen a Dios,
deben también confiar en su amor
y hacer siempre lo bueno;
de lo contrario, fracasarán.
8-9 Si obedecen a Dios,
pueden estar bien seguros
de que él les dará su recompensa:
los llenará de beneficios,
los tratará siempre con bondad
y los llenará de alegría.

10 Si repasamos nuestra historia,
veremos que Dios nunca nos falló
cuando confiamos en él.
Dios siempre nos responde
cuando le pedimos ayuda.
11 Nuestro Dios es tierno y bondadoso,
perdona nuestros pecados
y nos salva de la aflicción.

12-13 Pero si somos cobardes,
perezosos y pecadores,
y no confiamos en él,
tampoco él nos dará su protección.
14 Si no resistimos las dificultades,
nos irá mal cuando Dios nos pida cuentas.
15-16 Amar y honrar a Dios
es obedecer sus mandamientos
y hacer lo que a él le agrada.
17 Amar y honrar a Dios
es estar siempre dispuestos
a servirlo con humildad.
18 Vale más la ayuda de Dios
que la ayuda de los hombres.
¡Grande es nuestro Dios,
y grande su amor por nosotros!