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Los Diez Mandamientos

Moisés siguió hablándole al pueblo de Israel y le dijo: «Oigan ahora cuidadosamente estas leyes y normas que Dios les ha dado; apréndanselas, consérvenlas y obedézcanlas.

2-3 »El Señor nuestro Dios hizo un pacto con ustedes en el monte Horeb, no con sus antepasados, sino con ustedes que están aquí vivos hoy día. El Señor habló con ustedes cara a cara desde el centro del fuego en el monte. Yo estaba como mediador entre ustedes y el Señor porque ustedes tenían miedo del fuego y no se quisieron acercar al monte. Él me habló y yo les di sus leyes. Esto es lo que dijo:

»Yo soy el Señor tu Dios que te liberó de la esclavitud de Egipto.

»No tendrás dioses ajenos delante de mí.

»No te harás ídolos, no adorarás imágenes; sean de hombre o mujer, de aves, de animales o de peces. 9-10 No te inclinarás delante de imagen alguna para adorarla de ninguna forma, porque yo, el Señor tu Dios; soy un Dios celoso. Yo castigo la maldad que haga un jefe de clan, incluyendo la tercera y cuarta generación de los que me odian; pero muestro misericordia a muchas generaciones de los que me aman y obedecen mis mandamientos.

11 »No usarás mi nombre en vano. No daré por inocente al que lo haga. Yo el Señor tu Dios.

12 »Guarda el día de reposo como un día santo. Este es mi mandamiento. 13 Trabaja seis días, 14 pero el séptimo le pertenece al Señor tu Dios; en ese día nadie en tu casa debe trabajar: tú, tus hijos e hijas, tus esclavos, tus bueyes, tus burros, ni ninguno de tus animales, ni los extranjeros que se han establecido entre ustedes. Todos deben descansar juntamente contigo, especialmente tus esclavos y tus esclavas. 15 Recuerda que tú mismo fuiste esclavo en Egipto, y el Señor tu Dios te sacó de ese país con gran demostración de poder. Esa es la razón para obedecer este mandamiento.

16 »Honra a tu padre y a tu madre, tal como el Señor tu Dios te ordenó. Si lo haces, tendrás una vida larga y próspera en la tierra que te da.

17 »No matarás, 18 ni cometerás adulterio, 19 ni robarás, 20 ni acusarás falsamente a tu prójimo. 21 Tampoco codiciarás la esposa de otro hombre, ni su casa, ni su tierra, ni sus esclavos, ni sus bueyes, ni sus burros ni cosa alguna que él posea.

22 »El Señor les dio estas leyes cuando estaban congregados como asamblea ante el monte. Él les habló desde el fuego, las nubes y las tinieblas que cubrían el monte Sinaí. Estos fueron los únicos mandamientos que el Señor les dio entonces, y los escribió en dos tablas de piedra que me entregó. 23 Pero cuando ustedes oyeron la voz que salía desde la oscuridad, y vieron el fuego terrible en la cumbre del monte, sus jefes vinieron a mí 24 y me rogaron: “Hoy nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza; hemos oído su voz desde el centro del fuego. Ahora sabemos que una persona puede oír a Dios y no morir; 25 pero si nos habla nuevamente, de seguro moriremos. ¡Ese fuego terrible nos va a destruir totalmente! 26 ¿Qué mortal puede oír, como hemos oído nosotros, la voz del Dios vivo, que habla desde el fuego, y vivir? 27 Ve tú y escucha todo lo que Dios dice, y luego ven y dínoslo y nosotros oiremos y obedeceremos”.

28 »El Señor accedió a la petición y me dijo: “He oído lo que el pueblo te ha dicho y estoy de acuerdo. 29 Ojalá siempre estuviera dispuesto a obedecer mis mandamientos. Si así fuera, les iría bien en todo a ellos, a sus hijos y a las generaciones futuras. 30 Ve y diles que regresen a sus tiendas. 31 Luego regresa de nuevo a donde estoy. Te daré todos los mandamientos para que se los enseñes al pueblo con el fin de que los pongan en práctica en la tierra que les voy a dar”».

32 Entonces Moisés le dijo al pueblo: «Deben obedecer los mandamientos tal como el Señor su Dios se los ha ordenado. Sigan sus instrucciones al pie de la letra, 33 y manténganse en el derrotero que Dios les trazó. Esa es la única forma en la que tendrán vida larga y próspera en la tierra que pronto entrarán a poseer.

Los Diez Mandamientos

(Ex. 20.1-17)

Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: Oye, Israel, los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos; aprendedlos, y guardadlos, para ponerlos por obra. Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. No con nuestros padres hizo Jehová este pacto, sino con nosotros todos los que estamos aquí hoy vivos. Cara a cara habló Jehová con vosotros en el monte de en medio del fuego. Yo estaba entonces entre Jehová y vosotros, para declararos la palabra de Jehová; porque vosotros tuvisteis temor del fuego, y no subisteis al monte. Dijo:

Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

No tendrás dioses ajenos delante de mí.

No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni las servirás;(A) porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 10 y que hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.(B)

11 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano;(C) porque Jehová no dará por inocente al que tome su nombre en vano.

12 Guardarás el día de reposo[a] para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.(D) 13 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 14 mas el séptimo día es reposo[b] a Jehová tu Dios; ninguna obra harás tú,(E) ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el extranjero que está dentro de tus puertas, para que descanse tu siervo y tu sierva como tú. 15 Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto, y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que guardes el día de reposo.[c]

16 Honra a tu padre y a tu madre,(F) como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.(G)

17 No matarás.(H)

18 No cometerás adulterio.(I)

19 No hurtarás.(J)

20 No dirás falso testimonio contra tu prójimo.(K)

21 No codiciarás(L) la mujer de tu prójimo, ni desearás la casa de tu prójimo, ni su tierra, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.

El terror del pueblo

(Ex. 20.18-26)

22 Estas palabras habló Jehová a toda vuestra congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, a gran voz; y no añadió más. Y las escribió en dos tablas de piedra, las cuales me dio a mí. 23 Y aconteció que cuando vosotros oísteis la voz de en medio de las tinieblas, y visteis al monte que ardía en fuego, vinisteis a mí, todos los príncipes de vuestras tribus, y vuestros ancianos, 24 y dijisteis: He aquí Jehová nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego; hoy hemos visto que Jehová habla al hombre, y este aún vive. 25 Ahora, pues, ¿por qué vamos a morir? Porque este gran fuego nos consumirá; si oyéremos otra vez la voz de Jehová nuestro Dios, moriremos. 26 Porque ¿qué es el hombre, para que oiga la voz del Dios viviente que habla de en medio del fuego, como nosotros la oímos, y aún viva? 27 Acércate tú, y oye todas las cosas que dijere Jehová nuestro Dios; y tú nos dirás todo lo que Jehová nuestro Dios te dijere, y nosotros oiremos y haremos.(M)

28 Y oyó Jehová la voz de vuestras palabras cuando me hablabais, y me dijo Jehová: He oído la voz de las palabras de este pueblo, que ellos te han hablado; bien está todo lo que han dicho. 29 ¡Quién diera que tuviesen tal corazón, que me temiesen y guardasen todos los días todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos les fuese bien para siempre! 30 Ve y diles: Volveos a vuestras tiendas. 31 Y tú quédate aquí conmigo, y te diré todos los mandamientos y estatutos y decretos que les enseñarás, a fin de que los pongan ahora por obra en la tierra que yo les doy por posesión. 32 Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra. 33 Andad en todo el camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.

Footnotes

  1. Deuteronomio 5:12 Aquí equivale a sábado.
  2. Deuteronomio 5:14 Aquí equivale a sábado.
  3. Deuteronomio 5:15 Aquí equivale a sábado.