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EL ESPOSO:

¿Por qué habéis de contemplar(A) a la Sulamita,
como en la danza(B) de los dos coros[a]?

[b]¡Cuán hermosos son tus pies[c] en las sandalias,
oh hija de príncipe[d](C)!
Las curvas de tus caderas son como joyas[e],
obra de manos de artífice.
Tu ombligo, como una taza redonda
que nunca le falta vino mezclado;
tu vientre como montón de trigo
cercado de lirios.
Tus dos pechos, como dos crías
mellizas de gacela(D).
Tu cuello, como torre(E) de marfil,
tus ojos, como los estanques en Hesbón(F)
junto a la puerta de Bat-rabim;
tu nariz, como la torre del Líbano
que mira hacia Damasco.
Tu cabeza te corona[f] como el Carmelo(G),
y la cabellera suelta de tu cabeza es como hilos de púrpura;
el rey está preso en tus trenzas.
¡Qué hermosa y qué encantadora eres,
amor mío(H), con[g] todos tus encantos!
Tu estatura[h] es semejante a la palmera,
y tus pechos, a sus racimos.
Yo dije: «Subiré a la palmera,
asiré sus frutos[i]».
¡Sean tus pechos como racimos de la vid,
el perfume de tu aliento[j] como manzanas[k](I),
y tu paladar(J) como el mejor vino!

LA ESPOSA:

Entra[l] suavemente el vino(K) en mi amado,
como fluye por los labios de los que se duermen[m].

10 Yo soy de mi amado(L),
y su deseo tiende hacia mí(M).
11 Ven, amado mío, salgamos al campo,
pasemos la noche en las aldeas.
12 Levantémonos temprano y vayamos a las viñas;
veamos si la vid ha brotado(N),
si se han abierto sus flores,
y si han florecido los granados.
Allí te entregaré mi amor.
13 Las mandrágoras(O) han exhalado su fragancia,
y a nuestras puertas hay toda clase de frutas escogidas(P),
tanto nuevas como añejas,
que he guardado, amado mío, para ti.

Footnotes

  1. Cantares 7:1 O, las dos compañías; heb., Mahanayim
  2. Cantares 7:1 En el texto heb., cap. 7:2
  3. Cantares 7:1 Lit., pasos
  4. Cantares 7:1 O, noble
  5. Cantares 7:1 O, adornos
  6. Cantares 7:5 Lit., sobre ti
  7. Cantares 7:6 O, entre
  8. Cantares 7:7 Lit., Esta estatura tuya
  9. Cantares 7:8 O, ramas
  10. Cantares 7:8 Lit., nariz
  11. Cantares 7:8 O, albaricoques
  12. Cantares 7:10 Lit., Va
  13. Cantares 7:10 Algunas versiones antiguas dicen: labios y dientes

¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias,

Oh hija de príncipe!

Los contornos de tus muslos son como joyas,

Obra de mano de excelente maestro.

Tu ombligo como una taza redonda

Que no le falta bebida.

Tu vientre como montón de trigo

Cercado de lirios.

Tus dos pechos, como gemelos de gacela.

Tu cuello, como torre de marfil;

Tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim;

Tu nariz, como la torre del Líbano,

Que mira hacia Damasco.

Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo;

Y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey

Suspendida en los corredores.

¡Qué hermosa eres, y cuán suave,

Oh amor deleitoso!

Tu estatura es semejante a la palmera,

Y tus pechos a los racimos.

Yo dije: Subiré a la palmera,

Asiré sus ramas.

Deja que tus pechos sean como racimos de vid,

Y el olor de tu boca como de manzanas,

Y tu paladar como el buen vino,

Que se entra a mi amado suavemente,

Y hace hablar los labios de los viejos.

10 Yo soy de mi amado,

Y conmigo tiene su contentamiento.

11 Ven, oh amado mío, salgamos al campo,

Moremos en las aldeas.

12 Levantémonos de mañana a las viñas;

Veamos si brotan las vides, si están en cierne,

Si han florecido los granados;

Allí te daré mis amores.

13 Las mandrágoras han dado olor,

Y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas,

Nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.