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La destrucción de Israel

¡Ay de los que reposan en Sión
y de los que confían en el monte de Samaria,
los notables y principales entre las naciones,
a quienes acude la casa de Israel!
Pasad a Calne y mirad;
de allí id a la gran Hamat
y descended luego a Gat de los filisteos.
¿Sois vosotros mejores que esos reinos?
¿Es su territorio más extenso que el vuestro?
¡Vosotros, que creéis alejar el día malo,
acercáis el reino de la maldad!
Duermen en camas de marfil
y reposan sobre sus lechos;
comen los corderos del rebaño
y los novillos sacados del establo;
gorjean al son de la flauta
e inventan instrumentos musicales, como David;
beben vino en tazones
y se ungen con los perfumes más preciosos,
pero no se afligen por el quebrantamiento de José.
Por tanto, ahora irán
a la cabeza de los que van a cautividad,
y se acercará el duelo
de los que se entregan a los placeres.

Jehová, el Señor, juró por sí mismo,
Jehová, Dios de los ejércitos, ha dicho:
«Desprecio la grandeza de Jacob,
aborrezco sus palacios;
entregaré al enemigo la ciudad y cuanto hay en ella.»
Acontecerá que, si diez hombres quedan
en una casa, morirán.
10 Y un pariente tomará a cada uno
y lo quemará para sacar los huesos de casa;
y dirá al que esté en el rincón de la casa:
«¿Hay aún alguien contigo?»
El otro dirá: «No»;
y añadirá: «Calla, porque no podemos mencionar
el nombre de Jehová.»
11 Porque Jehová mandará,
y herirá con hendiduras la casa mayor,
y la casa menor con aberturas.

12 ¿Correrán los caballos por las peñas?
¿Ararán en ellas con bueyes?
¿Por qué habéis convertido vosotros el juicio en veneno
y el fruto de justicia en ajenjo?
13 Vosotros, que os alegráis por nada,
que decís:
«¿No hemos adquirido poder con nuestra fuerza?»
14 Pues de cierto, casa de Israel,
dice Jehová, Dios de los ejércitos,
levantaré yo sobre vosotros a una nación
que os oprimirá desde la entrada de Hamat
hasta el arroyo del Arabá.

Destrucción de Israel

¡Ay de los reposados en Sion, y de los confiados en el monte de Samaria, los notables y principales entre las naciones, a los cuales acude la casa de Israel! Pasad a Calne, y mirad; y de allí id a la gran Hamat; descended luego a Gat de los filisteos; ved si son aquellos reinos mejores que estos reinos, si su extensión es mayor que la vuestra, oh vosotros que dilatáis el día malo, y acercáis la silla de iniquidad. Duermen en camas de marfil, y reposan sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los novillos de en medio del engordadero; gorjean al son de la flauta, e inventan instrumentos musicales, como David; beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José. Por tanto, ahora irán a la cabeza de los que van a cautividad, y se acercará el duelo de los que se entregan a los placeres.

Jehová el Señor juró por sí mismo, Jehová Dios de los ejércitos ha dicho: Abomino la grandeza de Jacob, y aborrezco sus palacios; y entregaré al enemigo la ciudad y cuanto hay en ella.

Y acontecerá que si diez hombres quedaren en una casa, morirán. 10 Y un pariente tomará a cada uno, y lo quemará para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Y dirá aquel: Calla, porque no podemos mencionar el nombre de Jehová.

11 Porque he aquí, Jehová mandará, y herirá con hendiduras la casa mayor, y la casa menor con aberturas. 12 ¿Correrán los caballos por las peñas? ¿Ararán en ellas con bueyes? ¿Por qué habéis vosotros convertido el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo? 13 Vosotros que os alegráis en nada, que decís: ¿No hemos adquirido poder con nuestra fuerza? 14 Pues he aquí, oh casa de Israel, dice Jehová Dios de los ejércitos, levantaré yo sobre vosotros a una nación que os oprimirá desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del Arabá.