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23 Pero dos años después, Absalón tenía gente trasquilando sus ovejas en Baal Jasor, cerca del pueblo de Efraín, así que invitó a todos los hijos del rey a una comida. 24 Fue a ver al rey, y le dijo:

«Tengo hombres trasquilando mis ovejas. Ruego a Su Majestad me honre con su compañía. También pueden acompañarlo sus siervos.»

25 Pero el rey le dijo:

«No, hijo mío. Si vamos todos, ¡te haremos gastar demasiado!»

Y el rey no quiso ir, aunque le dio su bendición. Sin embargo, Absalón insistió:

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