Add parallel Print Page Options

Y Jonatán habló a su padre, Saúl, en favor de David:

— Que el rey no ofenda a su siervo David, pues él no te ha ofendido y te ha proporcionado grandes beneficios. Tú mismo lo viste y te alegraste, cuando se jugó la vida, matando al filisteo, con lo que el Señor concedió a Israel una gran victoria. ¿Por qué habrías de mancharte con sangre inocente, matando a David sin motivo?

Saúl atendió a las razones de Jonatán e hizo un juramento:

— ¡Juro por el Señor que no morirá!

Read full chapter