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Hay que saber comportarse

No hagan mal a nadie,
y nadie les hará daño.
Apártense de la maldad,
y la maldad se apartará de ustedes.
No cometan injusticias,
para que no reciban un castigo mayor.

Nunca le pidan a Dios
que les dé poder para gobernar.
Nunca digan que son justos o sabios
tan sólo para impresionar a Dios.
Si no tienen valor suficiente
para luchar contra la injusticia,
ni se les ocurra ser jueces.
Para enfrentar a los poderosos
hace falta valentía y honradez.

No arruinen su buena fama
perjudicando a la comunidad.
Un solo pecado merece castigo;
así que no vale la pena pecar.
No crean que Dios los perdonará
por presentarle muchas ofrendas.
10 Cuando oren, háganlo con confianza,
y no dejen de ayudar a los pobres.
11 Nunca se burlen de los amargados,
porque si estamos tristes o alegres
es porque Dios así lo permite.
12 No hagan nada que perjudique
a sus parientes y amigos.
13 Jamás digan mentiras,
porque a nada bueno lleva.

14 En reunión de gobernantes
no se metan a opinar.
Cuando hagan oración,
no repitan siempre lo mismo.
15 No trabajen de mala gana,
porque Dios nos creó para trabajar.
16 No se junten con pecadores,
y Dios no los castigará a ustedes.
17 Deben ser siempre humildes;
¡a fin de cuentas todos moriremos!

La conducta con los parientes y amigos

18 Al amigo y al hermano
no los cambies por dinero.
19 A la esposa buena y sabia
no la cambies por nada en el mundo.
20 No maltrates a los obreros
que hacen bien su trabajo.
21 Ama al sirviente inteligente
como si fueras tú mismo,
y cuando llegue el momento oportuno
no le niegues su libertad.
22 Si tus animales te dan ganancias,
cuídalos y consérvalos bien.

Deberes de padres e hijos

23 Si tienes hijos, edúcalos
y desde niños enséñales a obedecer.
24 Si tienes hijas, cuida bien de ellas,
pero no les des todo lo que pidan.
25 Si quieres casar a tu hija,
cásala con un hombre sabio.
26 Si amas a tu esposa,
no te divorcies de ella;
si no la amas, no te confíes.
27 Respeta a tu padre de todo corazón,
y no olvides cuánto sufrió tu madre
el día en que tú naciste.
28 Recuerda que ellos te dieron la vida
y que nunca podrás pagarles
lo que ellos han hecho por ti.

29-30 Obedece y ama a Dios
con todo el corazón,
pues Dios es tu creador.
Respeta a los sacerdotes
y procura que nada les falte.
31 Dales lo que les corresponde:
ofrendas de trigo y de animales,
ofrendas de los primeros frutos
y la décima parte de todo.
32 No dejes de ayudar al pobre,
y Dios te bendecirá mucho.
33 Muestra tu amor por igual
a los vivos y a los muertos.
34 Acompaña en su dolor
a los que están de luto.
35 Visita sin falta a los enfermos,
y te ganarás su cariño.
36 Cuando comiences un proyecto,
planifica de principio a fin;
así no cometerás errores.